01 de agosto, 2019
Por:

Hablando de ciberseguridad (IV)


Omar Pérez Salomón / Tomado de Cubadebate / Foto: opengroupsa.com

Veáse el anterior: Hablando de Ciberseguridad (III)

El Estado cubano regula el uso y los beneficios de las telecomunicaciones en su territorio, conforme a lo estipulado en el artículo 16 de nuestra Constitución, a la práctica universal y a los convenios internacionales de los que Cuba es parte. En este cuarto trabajo estaremos hablando con Miguel Gutiérrez Rodríguez, Director General de Informática del Ministerio de Comunicaciones,  del impacto que tiene en la ciberseguridad del país, las violaciones y el uso inadecuado del espectro radioeléctrico nacional.

– Las violaciones del espectro radioeléctrico cubano han sido una práctica del gobierno de Estados Unidos desde 1959. ¿Qué impactos tienen estos hechos en la soberanía y los servicios de telecomunicaciones?

-Cuba ha denunciado en diferentes Conferencias de Radiocomunicaciones organizadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo de la ONU, que Estados Unidos  ha violado las normas internacionales en esta materia, al invadir el territorio cubano con frecuencias radioeléctricas enviadas desde su territorio y de otros países, que interfieren frecuencias de radio en ondas medias y FM que se encuentran en servicio en la isla.

El Reglamento de Radio Comunicaciones de la UIT en su disposición 23.3 estipula que, las transmisiones de radio en ondas medias deben ser concebidas como, “un servicio nacional de buena calidad dentro de los límites del país que se trate”. Por ejemplo, lo estipulado en este reglamento confiere un carácter ilegal a las emisiones de Radio Martí en los 1180 khz, al utilizar esta frecuencia para enviar señales desde Estados Unidos a Cuba.

Por su parte, las transmisiones de onda corta que realiza esta propia emisora utilizando 10 frecuencias, también son ilegales porque el contenido de esas emisiones contraviene lo legislado en la Constitución y Convenio de la UIT cuando en su preámbulo se afirma que, “las transmisiones de onda corta deben facilitar las relaciones pacíficas y la cooperación internacional entre los pueblos”.

Además de las emisoras de radio comerciales se han interferido importantes servicios como el de radionavegación marítima, las comunicaciones por radio de ambulancias y la de los radioaficionados.

Pero el colmo de esta locura, ha sido el uso de un globo aerostático a tres mil pies de altura ubicado en un cayo de la Florida, y de un avión militar del tipo EC-130, perteneciente al Comando Solo de una Unidad de Guerra Psicológica de las Fuerzas Armadas de EE.UU., para transmitir señales de Radio y TV Martí a Cuba.

El despliegue de aviones para  transmisiones ilegales constituye una de las acciones más provocativas y peligrosas, teniendo en cuenta que una medida como esta solo se ha tomado anteriormente durante situaciones de guerra, como Viet Nam e Irak, y significa una clara violación de la soberanía cubana.

Lo peor es que continúan con esta práctica y cada semana se emiten hacia Cuba más de 1800 horas de programación anticubana, por 13 estaciones de radio en 21 frecuencias.

Recientemente se publicaron en la Gaceta Oficial de la República de Cuba dos resoluciones del Ministerio de Comunicaciones, la No. 98  que norma el empleo de redes de telecomunicaciones inalámbricas de alta velocidad en las bandas de frecuencias de 2,4 Ghz y 5 Ghz, y la No. 99 que reglamenta el funcionamiento de las redes privadas de datos. ¿Cómo pudiera afectar a la ciberseguridad del país el incumplimiento de algunos de los aspectos reflejados en estas normas?

-El asunto estriba en que si no organizamos bien el uso de nuestro espectro radioeléctrico, que por demás es limitado, se pueden producir hechos que inciden en la ciberseguridad.

En los últimos años proliferaron en todo el territorio nacional redes alámbricas e inalámbricas que no han estado sujetas a ninguna norma jurídica. El desarrollo de las telecomunicaciones y la ciberseguridad del país requieren de ese ordenamiento. No se trata de eliminar o restringir servicios, todo lo contrario, ampliarlos, pero apegados al orden necesario para continuar avanzando. Sabemos que en muchas de esas redes se han cometido violaciones de la legalidad, pues se cobran determinados servicios y se han entrado al país equipamiento que por sus características técnicas requieren que el operador solicite una licencia para su explotación, por solo citar dos ejemplos.

Muchas instituciones estatales tienen redes privadas de datos por donde se ofrecen servicios vitales para la economía y la sociedad. Imagínate que se interfiera algunos de los servicios que da un hospital por su red privada: de consulta de algún caso médico o de seguimiento a un paciente  post operado; que se afecten los sistemas ubicados en los puntos de extracción de petróleo que miden los indicadores de este proceso, o los sensores que utiliza la Unión Nacional Eléctrica para medir el estado de los indicadores eléctricos, porque esos servicios usan la frecuencia de 5 Ghz.

También se utilizan drones en 2,4 Ghz y 5 Ghz para diversos fines, incluido la cetrería robótica, que ya operan en dos aeropuertos del país y se va a ampliar a otros. Las afectaciones en el vuelo de uno de estos drones pudiera trascender nuestra frontera y eso hay que evitarlo.

No estamos hablando nada que sea ciencia ficción, son cuestiones reales que pueden acontecer si no somos previsores. Hace poco tiempo una persona instaló en su vivienda un equipo que puso fuera de servicio por varias horas las radio bases de la telefonía celular de una cabecera municipal. Por supuesto las consecuencias en el orden social y económico no se pueden subestimar.

-Tampoco podemos olvidar las acciones de agentes encubiertos como Alan Gross para darle acceso a Internet ilegal a organizaciones contrarrevolucionarias de nuestro país.

-Así es. Gross recibió medio millón de dólares de la empresa Development Associates International Inc. (DAI), que había logrado un contrato multimillonario con la USAID, agencia del gobierno norteamericano con un largo historial de acciones subversivas fuera de EE.UU. con el objetivo supuesto de dar acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba y “romper el bloqueo informativo impuesto por el gobierno cubano” mediante innovaciones tecnológicas como conexiones telefónicas, Internet por satélite y telefonía celular, que darían servicio a las organizaciones contrarrevolucionarias en Cuba. Reclutó la ayuda de otros judíos estadounidenses para poder traer los equipos electrónicos, pieza por pieza y evitar los controles en los aeropuertos cubanos.

La idea era que la comunicación se transmitiera directamente al satélite, sin pasar por los servidores controlados por el operador cubano. Como es conocido Alan Gross fue juzgado y condenado a 15 años de prisión, y tras cumplir cinco años de cárcel, fue puesto en libertad el 14 de diciembre de 2014.

No podemos ser ingenuos, el Departamento de Estado de EE.UU. creó el 7 de febrero de 2018 una Fuerza de Tarea en Internet para Cuba compuesta de funcionarios gubernamentales y no gubernamentales con el objetivo de “promover el libre flujo de información” y “ampliar el acceso a Internet y los medios independientes” en Cuba, en respuesta a lo dispuesto en el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional del 16 de junio de 2017, emitido por el presidente Donald Trump. Sabemos que han modelado la posibilidad de crear y potenciar este tipo de redes en Cuba.

En fin, estas dos resoluciones permitirán un uso adecuado del espectro radioeléctrico, fortalecer la ciberseguridad e incrementar los servicios en la red a tono con el objetivo de construir una sociedad de la información y el conocimiento centrada en la persona, en la que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir los contenidos y el conocimiento en la mejora de su calidad de vida.

 Nota: Parte del espectro electromagnético en el que sus límites de frecuencias se fijan convencionalmente por debajo de tres mil Gigahertz (3000 GHz) y cuyas ondas electromagnéticas se propagan por el espacio sin guía artificial. Constituye un recurso natural limitado, inalienable, imprescriptible e inembargable, cuya propiedad exclusiva es ejercida por el Estado Cubano; que resulta imprescindible para el desarrollo de los modernos sistemas de radiocomunicaciones que integran las redes de telecomunicaciones nacionales e internacionales del país.

Véase el próximo artículo: Hablando de Ciberseguridad (V)

Omar Pérez Salomón / Ingeniero. Colabora con Cubadebate y otras publicaciones. Es autor del libro Fidel Castro. Soldado de las ideas, que recoge las reflexiones expresadas por Fidel acerca de las tecnologías de la información y los medios de comunicación entre 1959 y 2011.